MALVALOCA Y EL 23 F.(Basado en un hecho real)
.- Hola Malvaloca, ella, como de costumbre, me mira con sus ojos profundos y calla, no importa, sé que me oye y comprende , hay cierto gesto de complicidad en su cara, y es tan paciente en su escucha , que aun a riesgo de abusar de su templanza, hoy, como pude, se lo comencé a contar.
.- Malvaloca, llevo unos días inquieto, no sé que me pasa, ando revuelto, como “revenío” dicen en algunos lugares de Castilla-León, ella, con su serena mirada, me reconforta y alienta como si me dijera, cuenta, cuenta-, bueno si así me lo pides…y fui desgranando recuerdos.
.-Sabes, esto del 23 de Febrero, lo viví tan cercano, en aquél entonces tenía mi oficina en la Plaza de las Cortes nº 4, edificio que, casi pared con pared, compartía el espacio cercado donde entraron aquellos nuevos piratas atropellando de nuevo.
Alguien comentó haber oído disparos, desde la oficina, en el ático, cuya terraza asomaba a la calle Barquillo, Plaza de las Cortes y sobre el edificio del Congreso, pudimos contemplar, en platea, angustiados, como quisieron, con sus asquerosas botas, pisotearlo todo.
La libertad aún recién estrenada, las esperanzas de cambio, bocanadas de aire fresco, otra vez los “salvadores de la Patria” en rancia asonada.
Abajo, en la puerta, miembros de la Benemérita nos impedían salir, y cuando por fin fue posible, hubimos de hacerlo de dos en dos.- Caía la noche, noche que me pareció, como nunca antes, una noche negra.
En el aire había un olor fuerte, penetrante, un olor que me pareció antiguo, antiguo y lejano, y buceando en la memoria de los olores tratando de encontrarlo, topé primero con los fragantes, los suaves y frescos, los de las flores, de las rosas y claveles, pero no, aquél era más fuerte, y surgieron entonces los de los frutales, de los naranjos, manzanos y limonares, no, no, lejano…y me encontré en el campo, entre la lavanda, la salvia, el romero y la jara, pero tampoco, más lejano…en el tiempo, y penetrante…¿rancio?, y brotaron al instante casas de comidas, pequeños restaurantes con ventilación escasa y cocina junto al salón, donde el olor a aceite y comida se cuelga de la ropa, ¡me estoy acercando pensé!, y buceando más allá, casi al final, en realidad el principio de la memoria, un pupitre, y en su cajonera, un destartalado plumier que despertó mi primer día de colegio, mis primeros juegos junto a la escuela militar….y entonces lo recordé, era olor a rancho, olor a cuartel .
¿Qué olores, para mi no conocidos, se habrán removido en aquellas memorias anteriores, cuyos registros grabaron con claridad los horrores que forzadamente emergieron en la contienda fraticida comenzada en 1936?.
-¡Estos hijos de puta, lo intentaban otra vez!.
Malvaloca me mira con calor, condescendiente, me llegó su mensaje…ya pasó, las ventajas de ser tan joven, me dije, a ella la memoria no le lleva tan lejos, nació después, tiene menos sustos que yo, y sin mala intención, únicamente por terminar lo comenzado, le seguí contando…- pues durante el tiempo que la intentona se mantuvo en pie, el Secretario de Estado norteamericano Alexander Haig, puso de manifiesto su posición al referirse al golpe militar como un asunto interno español.- Malvaloca no se inmutó, yo, un tanto inquieto, admirando su serenidad murmuré,- que positiva es,- y tu rumiando en las cosas del ayer, y para que viera mi agradecimiento por su paciencia con mi, tan trasnochada, incontinencia verbal, dije bueno ya termino, solo añadir que la Conferencia Episcopal nadó y guardo la ropa, para variar.
Pasó, ya pasó, hoy es ahora, hoy es hoy, como mucho un ayer cercano…Está bien, pues hoy norteamericanos y británicos han atacado Irak en un bombardeo que califican de rutinario, ¿--?. No sé, cuéntame que es, ¿es asesinar según lo acostumbrado?, ¿es asesinar siguiendo un horario habitual?, ¿no tirar a dar?, ¿matar solo unos poquitos?,¿quizás es asesinato casual?, ¿y la ONU?...ya.
Estas últimas reflexiones no se las he querido contar, ella es tan positiva, y si fueran otros los motivos que me tienen “revenío”, nunca se sabe, ¿otros motivos?, ¡Jesús!, ¿más?.Malvaloca movió la cabeza hacia mi, ¿me habrá oído murmurar?, - Malvaloca te tengo que contar.
El terrorismo, los señores de la Conferencia Episcopal, la curia vasca, que no quieren entrar en política, después de muchos años tienen la oportunidad de estar con su feligresía y la vuelven a dejar escapar, su líder acaba de pedir perdón por los errores cometidos, tiempo atrás por la Institución, y vuelta a empezar.
Protestan las facultades vascas, pero les da igual, ellos son los portadores de la verdad revelada, Malvaloca, ¿entiendes?......
Me miró derrochando amor, nunca llovió que no escampara, que autodominio irradia, a veces me asalta la duda, ¿no será pachorra?, miré la hora, ¡las doce!, Malvaloca sin cenar, me he dejado llevar por tantas cosas…
Le puse rápidamente su cena, me miró agradecida y antes de despedirme, con una caricia le devolví su ternura.- Buenas noches Malvaloca -, y como siempre que con una caricia acompañaba su cena, se puso a ronronear.
En su ronrón, ronrón me pareció escuchar, conciliar, conciliar, conciliar, ¡que lista es!, y con el último pensamiento del día mandé al guano, de una tacada, al secretario de Estado, a Mr. Bush, a Mr. Blair, a monseñeur Rouco Varela y a monseñeur Setien.. Malvaloca me miró como preguntando ¿ a donde los has mandado?, - a la mierda,- le contesté.
Buenas noches Malvaloca, apagué la luz, y ambos a la vez, ronrón, ronrón, .ronrón…, ¡todo está bien!.
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