Aun agitada,
mi respiración.
El corazón late,
todavía acelerado,
y en mi cuerpo los temblores
continúan sin apagarse,
evocando,
repitiendo,
cada vez más suavemente
locuras de amantes
y deseos completados,
en tu carne.
Observo tu rostro,
y en él,
tu sonrisa apacible,
satisfecha,
el hambre de piel saciada,
y esperando muy pronto,
ir por más.
Lo pedirás,
conozco tu naturaleza
y de tus ganas sé.
Mientras tanto,
y en la espera,
reposo junto a ti,
deleitándome en tu piel,
mirando,
palpando,
rozando.
Y desde el aire,
con el que te mezclas,
tu esencia
respirando |