Mi mundo, no más donde he vivido; Mi vida, falta de felicidad; Mi soledad, precio a fugacidad; Y en mi recuerdo poco de lo habido. Aunque no por personas es sabido, Cuando abunda dicha libertad, No es más que la responsabilidad Que aún aterra a los que la han conocido. Con mirar una sola vez al cielo Al momento todo lo comprendí; Algo útil ahí encontré para mí. ¿Hace lo que quiere el dichoso cielo? Me decía hasta que me respondí: Es dueño ,es libre , pero no es feliz.
Texto agregado el 28-08-2005, y leído por 121 visitantes. (1 voto)