Tenerte tan cerca y no poder mirarte,
porque por los ojos se me derrama miel de amor
Y las mejillas se encarnan del color del corazón.
Escucho tu voz como una lejana música
Y mis sueños crecen a escondidas.
Quisiera que supieras este sentimiento,
Sólo por librarme de este encierro,
Aunque las ganas de contártelo
A veces me crean la vana esperanza
Que de tus labios brotara un ‘Yo también te quiero’
Que reconozco imposible
Por lo distinto de nuestras razas,
Por lo igual de nuestros caracteres,
Por lo raro de nuestras razones,
Por el hecho que eres de otra,
Porque eres ajeno para mí...
Pero no dejo de esperar cada instante,
Cada momento que el destino te plante ante mí
Y pueda saludarte con un gesto fugaz
Que en mis noches recordaría sin cesar
Hasta el día siguiente que mirándote,
Pensaría en poderte a besar.
Bastaría un ya no más,
Un vete de aquí y no vuelvas,
Para que mis insistencias se callaran
Ante tu rostro y se convirtieran en silencios,
No de resignación, sino de respeto.
Porque un amor no correspondido
Calla, crece, llora, pero no muere.