Te digo que no te preocupes mujer, yo estoy bien, un poco adolorido, pero eso no se compara con lo que puedas estar sufriendo... pienso que te las estás pasando muy mal sin mi.
Ya sabes que el compadre Juan pagó la fianza, y, pues quiero saber si me aceptas contigo de nuevo para poner tu dirección, ya que el Juez me lo exige, ya sabes por aquello de la firma.
Te escribo porque sé que ya saliste del hospital, siento mucho lo de tu ojo, en realidad nunca fue mi intención que lo perdieras, es que ya me conoces, perdí los estribos con tus reclamos, que quieres que le haga mujer, soy hombre al fin, y si no lo demuestro de vez en cuando, pues, ya sabes, luego me llaman marica, pero esas son aventuras sin importancia. Lo importante en mi vida sabes que eres tu, que tienes todo mi amor. Y no puedo creer que después de tantos años juntos, después que construimos toda una vida, me hayas traicionado acusándome a la policía, si, reconozco que esta vez me pasé, pero te juro que no volverá a pasar.
Y es que el respeto tu lo tomas por otro lado mujer, el respeto que yo te tengo es que nunca dejarás de ser mi mujer, aunque le duela a todas las viejas del pueblo, tu sabes que a ti te escogí, ya ves, hasta sin un ojo te quiero.
Recuerdas cuando nos sentábamos bajo el naranjo de tu casa? Recuerdas como besaba tus ojos, tu frente, tu nariz, tu boca, tu garganta?... lo recuerdas?... vamos a vivir esos momentos otra vez, olvidemos el pasado, quiero que sigas siendo mi mujer.
Recuerdas cuando nos casamos?, recuerdas las palabras del señor Juez?, Desde ahí sabías mujer, que no debías provocarme, que tu eres el sexo débil y debes procurar tenerme siempre contento, no incitar mi ira, porque como soy más fuerte, es lógico que te lastime, por eso te digo, no nos equivoquemos más y sigamos amándonos como siempre, con el respeto que me debes como mi esposa, y yo con el que te mereces como mi mujer.
Ya sabes que salgo este miércoles, no espero que vengas por mí, porque sé que aún estás con muletas, más bien, vendrá mi compadre Juan para llevarme a tu lado. Espero con ansia volver a verte.
Por cierto, recibiste mis flores?, y el jarrón chino? Son una delicia verdad?, el señor Juez me lo obsequió y me dijo que nunca falla para que lo perdonen a uno, ya ves, hasta él lo entiende, y al leer la “Epístola de Melchor Ocampo”, esa que te dije que nos leyeron cuando nos casamos... recuerdas? me comprendió y aceptó lo de la fianza....
Me despido con el cariño y el amor de siempre. Nos vemos el miércoles.
PD.- Salúdame a los niños, y diles que los quiero mucho, igual que a ti, que espero verlos, si vieras que casi no me acuerdo de ellos, pero a ti mujer, a ti si te tengo bien presente. Espero ya estés “buenita” para recordarte que soy tu hombre.
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