EL PERFECTO IDIOTA

A veces no se sabe
hasta que punto la idiotez nos puede seguir,
y a veces hasta como una sombra es,
haya o no haya luz,
y lo más común es caer en su hamaca
cuando de hablar se trata.

A veces raya en lo absurdo
de nuestros actos involuntarios
y entre golpes caídas y resbalones
vamos aguantando los dolores y moretones
con idiota silencio de valentía.

Otras veces idiotas, enhiestos de orgullo
no podemos percibir
la crueldad hiriente que hacemos a
nuestros semejantes idiotas
por permitirlo.

Cuantas veces hemos temido ser
ya sea, los idiotas de arriba
siendo también no en número menor de veces
los idiotas de abajo.

Cuando el humor no nos es complaciente
soltamos sin demora las jetas
las miradas blanqueantes
y hasta sin reparos no hay austeridad
que impida soltar algunos golpes
golpes idiotas.

Cuando de amor se trata
la idiotera es directamente proporcional
al idiota amor que sientes,
siendo por consiguiente
inversamente proporcional
a la razón y al buen juicio
¿ quien diría no ?

Habiendo dicho tanta idiota palabra
y en tan poco tiempo,
solo me queda afirmar que
solo en una cosa he logrado la perfección
y es en ser un perfecto idiota
cada vez que algún momento
contigo tenia que tratar, o no.

Y te llame por teléfono
para decirte cositas al oído
pero, ¿ a que no adivinas que ?
no sé qué idioteces dije
!! cositas al oído ¡¡
Dios santo que idiota que he sido...