evolucione favorablente del mal del don juan piropeador que padesco, pero no hare una novela de ello por ahora, porque en el momento menos pensado, vuelvo a caer en la tentacion de ser un mono con revolver que les tocaria la cola a todas, quiero aclarar que la negligencia de no tener buenos frenos sentimentales, no es mia sino mas bien de la compañia que olvido mis necesidades basicas. ¿puede un hombre solitario evitar la mirada de jovenes hermosas que se ven intrigadas por su carisma?
es muy dificil inducir a imaginar al lector, sin caer en
descripciones inutules, esta escena que no es precisamente teatral, pero que lo parece,
pero que en realidad es un evento donde el teatro es utilisado para atraer espiritus.
y esto ocurre en las intalaciones de un casino, en un pueblo llamado: de la sangre. la trama de este entremes es casi una fabula inocente,
y desprovista de imaginacion.
pero hay momento culmines programados a los que se llegara por medio de la tecnica de la inprovisacion.
el primer movimiento del primer acto, corresponde
a la consagracion de una imagen elegida del subconciente del mediun que conduce esta aventura. y las voluntades de todos los presentes estara animando el afan de dar con el espiritu numero uno en importancia que existe, el espiritu de la gran madre; de la mujer a la que le dedicamos
nuestra fe. no quiero nombrarla hasta estar seguro de que pueda responderme.
el treinta por ciento de las acciones en un campo donde se juega el rugby, se corresponde con la formacion de equis cantidad de jugadores, todos ellos abrasados y enfrentados en disputa del balon;
que es arrojado, por un jugador asignado especialmente, por su boca, que seria una de las partes de la estructura de su forma; en esta fantasia hecha realidad los jugadores seran de ambos sexos, de alli que tantas mujeres esten embriagando con su presencia mi mas agudo sentido de la estetica. con esta escena deportiva intentaremos establecer el primer contacto.
brat pitt, hoocker de uno de los bandos, levanta sus brazos y sus pilares se encajan a sus lados, como coronas de la maquinaria de un reloj.
alli estan tus hijos jugando a encontrarte,
absurdamente vestidos con disfrases reales,
en el regaso de un casino que tambien cae a tus pies...
|