Hoy es un día distinto a los otros,
Y a la vez tan igual.
La lluvia que cae, y se asoma por mi ventana,
parece la misma de siempre, pero no lo es,
nunca lo es.

Ya nada es igual, todo es único e inolvidable.
Nosotros ya no somos los de antes.
Crecimos, conocimos nuevas cosas de la vida.
Amamos, aprendimos, sufrimos.

Ya nada es igual, ni jamás lo será.
Todo lo anterior, es pasado y ya no volverá.
Aquellos momentos de felicidad no serán los mismos.

Ahora solo hay oscuridad donde había luz.
Hay tristeza donde había felicidad.
Hay lluvia donde había sol.
Hay soledad donde había amor.
Hay un camino de piedras donde antes había asfalto.
Hay heridas en un corazón que no tenía ni una lastimadura.

Todo cambió y evolucionó, todos cambiamos.
Los objetos y las personas cambiaron.
Tal vez estos cambios con el tiempo harán bien,
pero en este momento dañan.

El amor entró a nuestras vidas dejando sus huellas,
huellas dolorosas, y a su vez hermosas.
Un amor imposible habita en dos corazones,
unidos pese al egoísmo, la envidia
y la mezquindad de este mundo.

Ellos luchan por estar juntos,
pero los momentos vividos ya volverán.
Ponen todas sus fuerzas para lograrlo,
pero siempre algún obstáculo en su camino para separarlos.
Y cada día que pasa es un castigo
Porque no están juntos.
Y cada hora que pasa ya no volverá.

El tiempo pasa demasiado rápido,
las horas, minutos y segundos corren.
Y ellos no logran unirse.
Y cada día es tan igual al siguiente
porque uno está sin el otro.
Pero a la vez es tan distinto
porque es único y ya no podrá recuperar.

Hoy me encuentro aquí,
en un pequeño lugar de este enorme mundo,
pensando en ti, en nadie más que en ti.
solo tú me ofreces alegría
en estos tiempos difíciles.
Aunque no puedo estar contigo tu recuerdo vive en mi.
a cada instante vienen a mi corazón y a mi mente
todas la mañanas, tardes y noches que los dos vivimos.
Tu recuerdo llega y se va,
como el rocío al pasto.
No tienes una idea del dolor que siento
al saber que no estaremos juntos en esta vida.

Existen demasiados obstáculos
que se cruzan en nuestro camino
para separarnos,
algunos de los cuáles
los hemos creado nosotros mismos,
tal vez sin desearlo,
quizás sin pensar en las consecuencias,
¿quién sabe?
Sin embargo continuamos luchando,
imaginando, esperanzados de poder
en algún momento,
unirnos y ser uno.
Espero ese día ansiosamente,
pero tengo temor de que no llegue jamás.
Mientras tanto seguiré meditando,
sufriendo y rogando con todas mi fuerzas,
para que nuestro sueño se haga realidad.