Inicio / Cuenteros Locales / albertosantos / Lagrimas de cocodrilo
A mi se me hace una farsa. Quien determina la verdadera intención de tus palabras, no creo que un silencio otorgue mayor fascinación y encanto sobre lo que se ha dicho, hace un momento te mire conmovido y las lagrimas que se abultaron cayeron donosas acariciando la piel de lagarto.
Pero nadie reconoce que en tu humildad se esconde una trampa un descollar macabro que se eleva mas allá de lo que tu y yo hemos construido por años, esa verdad que ahora me hiere, ese sentimiento que en medio se consume, esa victoria de la fantasía que en el ulular de las pasiones nos carcome.
Por eso me resisto a creerte, ni siquiera tu presencia es convincente, te has ido aunque estés presente, te marchaste así estés conmigo. No quiero pronunciar en lo que soy lego un discurso que se acabe en las faldas y en tu encaje. De ti me he alejado y te confieso que estoy sereno, que no me haces falta, que te presiento como mi sino, que mas allá de lo dicho se entrelazan dos senderos, en el que el tuyo sigue caprichoso hasta donde el sol encanta sereno y yo me escondo solitario dentro de un sutil hablar de los viajeros convencido aunque no tanto que te has marchado primero.
Aun cuando la luna me abrace con la luz de un inspirar hermoso, las consecuencias de mi ausencia contemplan el carecer de las canciones.
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Texto agregado el 25-08-2005, y leído por 198
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