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Soledad


Su soledad era infinita. Imaginate un camino empedrado con piedras de todos los colores, con el intenso fuego de una llama impulsada por los fuertes vientos y el azul de una lluvia nocturna que no lo apaga, imaginate que te duermes y sueñas con un encuentro fortuito, en donde se encuentran los sueños y las realizaciones, imaginate que de mi boca se desprende un silencio y que de tus oídos se desprende mi voz. Imaginate que yo me muero, imaginate la vida un instante sin mi, ¿que verías diferente?, ¿que no tendrías ya?, si lo piensas detenidamente, no faltara mucho. Comprenderás que aquí estoy, pero que no podría estar.


Prejuicios

El sonido del reloj era una tortura en su cabeza, tic-tac-tic-tac. Era casi la media noche. Sobre la mesa puesta en medio del salón, los zapatos y una nota, él recostado en un rincón del cuarto, dubitativo, tembloroso. La soga colgando de la madera vieja que sostenía el techo, sus pensamientos confundiéndose con el aroma de las flores marchitas expuestas justo en la ventana, el viento que se filtraba rondaba el cuarto y balanceaba la soga. Relación indiscreta la de estos dos tipos uno pegándole a la otro y el otro asumiendo posición digna..

La muerte

Ahí van en fila, conducidos por encantos nocturnos, vampiresas, lunas, callejuelas. El idilio duró poco, y mas duró el encanto, cuando en la cuadra siguiente, salio el conde a su encuentro. El temor su subió de tono y la excitación estremeció los cuerpos, detrás de la capa dos morenas jadeaban como perros, el mástil se dolió del estirón, y pasaron mil lenguas de fuego por entre los cantos de la noche, por entre los olores del sereno. Se expusieron los colmillos, gotitas de sangre se escurrieron, dos pequeños agujeros se dibujaron en su cuello.... después de un descanso prolongado, se levanto estando muerto.

Compasión.

Al silencio mata cuando no es tan prolongado. Y tu siempre callada, siempre muda. Sobre los ojos una mentira y sobre la boca una profundidad contundente. Tu voz que se escapa como nunca, un sutil silbido incontenible, los labios que se descuidan en la guardia y se abren descubriendo lo que me ocultas, una queja contenida se derrama sobre tus ojos que se nublan y me siento como triste, y te abrazo conmovido.

Texto agregado el 25-08-2005, y leído por 117 visitantes. (0 votos)


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