Mas allá de lo que vemos siempre, de lo que ves a cada instante
Hay un mundo, que no es el paraíso, pero es mi mundo
Donde por flores tengo estrellas y donde tengo mi propio mi sol
Sueño ensimismada y furtiva, sobre las palomas escapadas de mi corazón
Sueño desfondado, lloro por los días que perdí
Pero es grato haber llorado en mi oquedad celeste, en mis blancas noches
Donde casi como estrellas fui cayendo
Si después anclaría mi corazón, en un puerto al que hoy pertenezco
Donde tu imagen no se borra y tu sonrisa alumbra mi mañana
Es ella la que parte... es tu mirada. Duermes en mi memoria
No dejarán mis ojos otros ojos, porque son los tuyos los que quiero
Como hojas que caen sin que se las lleve el viento
Es preciso tenerte, siempre, no como una ola de tiempo
Que va y viene, a veces fuerte y a veces lento
Otras manos repartirán cariño, errados sus pasos,
porque son las tuyas las que quiero
Como juguetes rotos han quedado mis días claros, pétalos de nieve confinado
Y me he puesto triste sin quererlo, porque tengo amor y tengo miedo
Pero mi corazón he atrapado a tu pecho,
y tus brazos me han cubierto, trozo de sol
Nadie es culpable aquí,
porque no hay culpa para este sublime y fulgurante sin razón
Que se llevo mi mirada, que no es mas,
que no será mas, que un frágil pétalo reflejo de tu amor
pero es todo, porque contigo comienza y termina el universo
es preciso que unamos nuestras islas, porque las alegrías se remontan
si no, de pronto, algo muere y se piensa entonces en la vida, en ti
quiero morir de vida, no de muerte, porque quiero morir de ti
noche es ahora y habrá cielos dulces por la eternidad,
porque mis besos son estrellas
En un mundo que no es paraíso, pero es mío y eres tu.