Sin apuro y sin angustia esperé por tu sonrisa,
paso la tarde y llegó la noche calmada y oscura,
frente a la fogata mi sombra jugaba intranquila,
de mis ojos distantes brotó una lagrima tibia
se deslizó por mi mejilla al compás de las estrellas perseguidas y fue a morir en las llamas que alumbraban casi extintas,
como pólvora la avivaron y en ellas vi de tus labios la sonrisa.
Texto agregado el 29-09-2003, y leído por 272
visitantes. (4 votos)
Lectores Opinan
22-01-2006
esta bien bonito.. onlyangelatinfinity
30-09-2003
no, no reía. Pero sus lágrimas las expresa así. riendo. perse
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