Chica extraña, siempre callada sin saber que decir o hacer, siempre creyendo que tu vida no tiene razón de ser, siempre seria, inmutable, parece como si no sintieras ni pensaras nada cuando en realidad tienes miles de víboras comiendo tu cerebro, las víboras de la duda, esa duda que te carcome y te pregunta una y otra ves que haces, que quieres, quien eres, pero ni tu lo sabes, estas recorriendo un laberinto, el laberinto de tu vida pero nadie lo sabe, solo tienden a mirarte con extrañeza, con pena, con compasión, con rabia... pero tu sigues ahí sin moverte, sin hablar, porque los ojos son la ventana del alma y dicen mas que mil palabras, lo único que haces es pensar y sentirte una inadaptada, todos te dicen que cambies porque o si no nunca nadie te va a querer y nunca vas a poder llegar a ser alguien en la vida... si claro, como si ya no fueses alguien. Crees que todos te odian pero eso no te importa porque tu también los odias, nadie te entiende... cuando te miran todavía ven a la niñita traviesa que eras antes, pero tu has cambiado debido a la forma en que se comportan contigo. Te tienen encerrada en tu casa como una prisionera, no te dejan salir, se enojan si no tienes la maldita casa limpia, si no tienes lo malditos platos lavados, se enojas si ves TV, si lees un libro, si escuchas radio, si te duermes, en definitiva se enojan por todo y si por si acaso te demoras en llegar a casa te tratan de puta de mierda y tu no puedes hacer nada, solo guardas todo lo que sientes para luego explotar en el momento menos indicado y con la persona equivocada. Ya no lloras, ya no sientes, porque tus lagrimas se han secado y tu ya te has cansado.
Te obligan a sonreír delante de los demás para que crean que eres la persona más feliz en la Tierra, pero tu ya estas harta de fingir, incluso has pensado en acabar con todo, o sea, con tu maldita vida... pero justo en ese momento yo he estado contigo para apoyarte, para darte una palabra de aliento y decirte que juntas vamos a salir de esto, porque yo voy a estar siempre contigo... entonces tu me sonríes con una lagrima cayendo por tu rostro y me doy cuenta que esa sonrisa es sincera y que solo me la das a mi.
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