Desde la primera vez,
broto un manantial,
que me ha dejado ver,
una amistad de verdad.
Que a pesar de la distancia
se conserva intacta,
y que cada día alcanza,
una magnitud exacta.
Porque me has regalado tanto,
con sólo verte sonreír,
porque con escuchar tu canto,
apagas este, mi eterno sufrir.
Por lo que siempre me das,
con esas nobles palabras,
porque en ti encuentro la paz,
esa que tanto buscaba.
Porque tu has pasado a ser,
parte de mi pensamiento,
eres un muy grande mujer,
que me aprecia, así lo siento.
Por eso, hoy en este día,
quiero escribir un poco,
a la mujer que ha dado alegría,
a quien algunos juzgan loco.
Es la que comparte sus penas,
y está siempre conmigo,
en las malas y en las buenas
y me dice ¡ Eres un gran amigo!
Gracias Ruth, amiga sincera,
te deseo siempre lo mejor,
y ojalá Dios quiera,
que nunca se apague,
nuestra amistad que es una flor. |