Teresa, recuerda la imagen del mar y el acantilado, respira, siéntelo, obsérvalo y comprende lo que sucede hay en esta imagen. El mar y sus olas rompiendo el silencio en la arena, la gente mojando su piel con una mezcla de agua y sal refrescante para sus cuerpos, tu saliendo del agua y sintiendo como resbalan las gotas por tu piel, piel tan deseada durante tanto tiempo por mi, tu amado, piel capaz de sentir frescor con el agua y tan generosa que deja que vuelvan a su ser aquellas gotas retenidas en la misma, piel que disfruta de ese momento de frescor pero que no quiere cambiar el curso de la naturaleza y como tal deja que siga su curso el agua, con las gotas prestadas por el agua y devueltas por tu cuerpo. El acantilado., fuerte, duro, resistente al paso de los años, perenne para el disfrute de los turistas, pero muy escarpado, con un gran desnivel, con una gran diferencia de altura desde su base bajo el agua, hasta su cúspide en la máxima altura. Algo tan seguro, tan resistente, con tantos años y con tanta experiencia puede ser a la vez algo tan irregular. Si irregular, si te fijas, hay tanta distancia desde abajo hasta arriba que daría vértigo acercarse. Sin embargo no le damos importancia, si, no le damos importancia y disfrutamos de sus vistas porque esta ahí, disfrutamos de su presencia porque es sólido, porque es hermoso, porque tiene mucha experiencia y sigue conservándose y mas importante aun porque seguirá estando ahí mientras nadie intente alterarlo.
Transforma esta pequeña parábola a mí, tu amado, el hombre que mas te ha querido en tu vida y te querrá, el hombre que es capaz de estremecerse y llorar al escribirte esto.
Si teresa yo soy el acantilado. Fuerte, duro, resistente al paso de los años, perenne para tu disfrute, pero muy escarpado, con gran diferencia de altura en mi estado de ánimo, con una gran diferencia de altura. Soy un acantilado que la vida me a puesto en ella, que la vida ha querido que seas tu mi agua, mi mar, el cual disfruta y refresca a la gente, si tu. Yo sin embargo, algo tan escarpado, esta creciendo, esta viviendo, se esta acoplando a su mas importante característica, el vértigo que da asomarse desde arriba y verte ahí abajo. Tan serena, tan firme, tan permanente, yo sin embargo, empiezo a ser descubierto por turistas, gente que pasa se fija y lo admira, gente la cual algunos deciden quedarse, los pájaros, las plantas y otros van de paso, los lagartos, las mariposas… sin embargo ahí sigo estando yo para ti, tu acantilado el cual solo tu posees, el cual para ti siempre esta cerca, siempre tocas, siempre posees, y tu para mi, mi mar, el cual siempre me refresca, me alienta, sirve para mi conservación, y es para mi inseparable pues ni el acantilado seria el mismo sin el mar, tu, ni el mar seria el mismo sin su acantilado, yo.
Teresa enriéndelo, yo estoy por ti, para ti y solo para ti, nada puede cambiar eso, ni un viaje, ni unos amigos ni la vida. Lloro de dolor al ver como hemos podido romper esto, lloro de emoción al ser consciente de lo que eres para mí y seguirán siendo, lloro de amor pues es tan grande lo que siento por ti, que ni un terremoto podrá destruirme y derrumbarme. No sufras por mi jamás teresa, mi vida, mi cielo, mi tesoro, yo te amo y nunca he dejado de hacerlo, aunque este empezando a vivir, aunque este empezando a descubrirme en aspectos como la amistad, las aficiones y actividades con gente como santi y jonathan que no me van a cambiar, ni cambiaran esto tan grande que tengo dentro de mi que es mi amor hacia ti, mi amor hacia mi mar, tu mi mayor tesoro.
Espero sirva para serenar las olas que han estado rompiendo con tanta fuerza contra el acantilado. Te amo por siempre.