Tras los parlantes, con nocturnidad
avanza las emociones sonoras de un viejo refrán
un lugar común apasionado,
una metáfora mal parida,
un mantel invadido por el 6º Ejercito de hormigas
una reforma habitacional que me deja ufano luego de un baño...

Catorce ombligos se pelean
en reyertas burdas de zapatos
dejan a los habitantes desalmados
con ceniceros como escopeta
con escudos de monedas
con el culo de la botella
como bencina para la artillería...

Me atacan las metáforas con ladrillos mal cocidos
se derrumban las ideas, se derrite la porcelana
me atacan y no hay trincheras,
no hay cuartel general ni reserva
no hay paciencia redimida
no hay comida en la despensa...

Refugiado soy, exijo refugio
¡Un par de tetas por favor!
¿Quién me cobijará de la lluvia de estrellas?...
de los fantasmas de la Guerra Civil que asoló mi sinrazón
de los caballos que galopan con chanclas y pisan el césped de Doña Laura...

Ayer quería desayunarme un continente
hoy me basta sólo con tu creencia
(y un zumo de naranja)...

Pero los sonetos, los tangos y los moretones
llevan la delantera de los rumanos...