17
- No puede ser, no puede ser, yo estuve allí muchas veces...! se dice a si mismo Camilo,.
.- Me llevo la artesanía, cuanto vale?
.- Veinte mil pesos.
A pesar de su desconcierto, Camilo está acostumbrado a tomar decisiones y de inmediato se dirige al Terminal de Transporte y aborda uno de los buses ínter departamentales que sale en esos momentos para Bucaramanga. Al amanecer y después de 10 horas de viaje nocturno llega a la capital de Santander, allí muestra a un taxista la artesanía de la iglesia y este le dice que es la Capilla de Nuestra Señora de las Nieves que está en Girón.
.- Llévame hasta allá.
15 minutos más tarde, al descender del taxi, Camilo queda sorprendido, reconoce inmediatamente el lugar, las calles empedradas, las casas coloniales pintadas de blanco, la iglesia tal como la recuerda en sus innumerables visitas, sube al andén y llega hasta la iglesia, busca la puerta lateral y su sorpresa no tiene límites. Allí no hay ninguna escalera que lo lleve al coro, pues sencillamente la iglesia no tiene puerta lateral ni tampoco tiene lugar para el coro.
El resto del templo es exactamente como el lo conocía hasta en los más mínimos detalles, incluida la imagen de Juan el Bautista. Camilo sigue desconcertado y se acerca a uno de las pocas personas que están allí y pregunta si alguna vez existió un lugar dedicado al coro, pero la desconocida le dice:
.- Tengo 63 años, siempre he asistido a esta iglesia y nunca ha existido un lugar para el coro en el templo.
Camilo está confundido, siente una mezcla de ira y frustración y se sienta un rato en una de las largas bancas del templo, mientras ordena de nuevo sus pensamientos. Su ira empieza a crecer pues considera que ha sido utilizado y se han burlado de él, que ha dedicado 42 meses a cumplir una misión y ahora simplemente no sabe que hacer para comunicarse con el mensajero, se siente engañado y decide retornar a Barranquilla diciendo.
.- Allí empezó todo, allí posiblemente encontraré las respuestas!
Camilo reserva inmediatamente un cupo en el avión que sale esa tarde a Barranquilla y mientras realiza su viaje de retorno, continúa haciendo conjeturas y sintiéndose utilizado.