Escondite
Anoche soñé, anoche tuve un sueño. En ese sueño,
el tiempo no existía, sólo era un rumor lejano
que irrumpía de a ratos, como ensuciando y
palideciendo un sueño claro, un sueño-esperanza.
Era un hueco, eso. Como un escondite. Un hueco
en el espacio y en el tiempo, donde no existían
horas, ni personas, ni paredes, ni tierra ni cielo.
Un escondite donde podía ser, donde era.
Sólo existía la magia, sólo existía tu sonrisa y
tus ojos de luz, tus manos de fuego y besos de alas.
Sólo tu voz, que componía música con palabras,
tu vientre, lecho de paz. Escondite del mundo;
volé durante horas que no existieron, pero volé,
soñé y no quise despertar al tiempo, no quise tocar tierra.
Tierra, tiempo y soledad. Casa ajena. |