...Arranqué un pedazo de hierba,
Y la tierra se anidó en mis manos,
como chocolate, derretido, escurriendo…
Fue entonces cuando sentí la contracción de mi estómago
Y la mandíbula apretada…
No pude soportar, mantener la mirada…
Instintivamente,
Miré al piso, recorrí
Las flores, los juegos, el kiosko…
El kiosko… el kiosko… el maldito kiosko.. jajaja
¡Ah! habías cambiado de lugar…
ahora estabas ahí…
Clavé la mirada en ti, disimulé,
Parpadee… miles de excusas volaron
hacia mí: historias, cuentos, brujas, hadas, deseos, anhelos…
Demasiado tarde te descubrí. Me limpié las manos,
Sacudí mi ropa y, lentamente, me alejé de tí…
**DEDICADO AL DUEÑO DE LEO**
21-agosto-2005
|