Anaeróbica en mi derecho de respirar
agua de nube
y callar.

Es que un látigo sale y se crispa feroz fuera de mi boca.

Tuerce el sentido, hilvana rápido y torpedea con prisa,

de una sed ajena.
Torpe corre en la brisa.

No prosperan con facilidad términos ni palabras,
van del latigazo inclemente,
emergen desconociendo
al prójimo,

por gusto,
disgusto.

Capricho de su ímpetu, únicamente.

Del látigo,
su víctima.
Disculpa.

Requiero el silencio,
lo siento.

Siento la ventisca,
arrastra cargas inmensas de electrones,
viene al auxilio de mi sangre toda,
cargada de agua.
Fortuna.

Recibo nubes,
ojalá y pueda respirarlas
y logre con ello,
lo que debiera,

silencio.

Anaeróbica estricta
opto
respirar
agua de nube.