Imposible es que lo que es no sea, mientras tanto puede ser que lo que es sea de una forma subyacente. No se trata de saber qué es lo que es porque tratar de saber eso es no ser y lo que es no es definición ya que no hay mayor mentira que lo definido ya que lo definido es tal por carencia de movimiento y la búsqueda dde definición es, efectivamente, la búsqueda de la pérdida de interés, por deseo de porotección quizás.
... algo tan paradigmático como saber al otro..., esa absurda necesidad de tenerlos a todos medidos, contabilizados, encarcelados imponiendo así nuestra percepción del ser ajeno y votando porque sea la verdad.

Sin embargo lo que es es y tiene la opción de aparentar que no lo es, de transfigurarse en otras cosas lo cual es parte de sus movimientos y por tanto es una manifestación del ser aun cuando a nuestros ojos pueda redundar en la apariencia.

... vivimos en un mundo de apariencias, las cuales incluso pueden ser peligrosamente aparentes por lo mismo de aparentes... no concebimos la existencia de la verdad en la apariencia... no concebimos que la apariencia es una manifestación de la verdad y que al ser manifestación es movimiento y que esa es la única verdad, porque no existe la verdad totalizada como tampoco existe la suma total de los mivimientos... sólo existen los movimientos y ellos sólo pueden ser percibidos en lo que se aparenta.

Ahora bien: puede darse el caso de que lo que se aparenta no nos guste, nuestro movimiento entonces aparenta una distancia y un aparente rechazo de alimentación. Y puede darse el caso de que nos guste, nuestros movimientos optan entonces por formas muy extrañas.

La verdad sólo existe en cuanto a nosotros, cuando intentamos saber la verdad ésta no existe, no se está dando y es imposible obtenerla, ya que el deseo de conocer la verdad es consecuencia de su distancia...
la verdad que logramos "saber" de otro no es más que una apariencia, porque solemos olvidar que al otro extremo de un otro al que queremos "saber" siempre estamos nosotros que somos quienes creamos el efecto. Lo medido, lo sabido, es, efectivamente, nuestra pobreza.