Al gigante le fueron cerrando las válvulas poco a poco porque decían que tenía demasiado y no había manera de entenderlo. ël ya tenía todas las respuestas incluso con las cosas más pequeñas y estas respuestas funcionaban y era por eso que decían que tenía demasiado. Pasivamente, pero no sin una guerra silenciosa, se dejó cerrar las válvulas para así no ofender a nadie y dejó drenar únicamente para los curiosos que deseaban entenderlo.
La realidad es inalterable - independientemente de la certeza o no de esta proposición, sirve -; como es inalterable nos encontramos solos con nosotros mismos y eso es un universo: No gastando energías en alterar lo inalterable nuestras fuerzas se concentran en nosotros mismos y en lo que somos capaces de ser en lo inalterable, lo importante no está en lo que nos rodea sino en nuestros gestos para con nosotros mismos. La realidad inalterable se convierte entonces en un rebote; en una fuerza quye nos devuelve el golpe que le damos de lo que somos - todo depende de "golpe" -. Reconocer a una existencia que es se nos devuelve como un reconocimiento a nosotros, dando esto resultado comenzamos a saber qué hacer con lo que somos. Como lo que nos rodea es inalterable - no me refiero más que a un sentimiento - nos concentramos en nosotros mismos y desde aquí reconocemos la existencia de lo externo y mediante este procedimiento hallamos nuestra función la cual somos nosotros - es absurdo perder tiempo y energías hallando las funciones de los demás, si no reconocemos la nuestra jamás reconoceremos ni entenderemos las ajenas por más que hagamos el esfuerzo -. Nuestra función lo es todo, es la expresión de una posibilidad, es verbo. No está demás decir que es tanto imposible como absurdo entender a los demás ya que uno sólamente puede ser sí mismo y, por más que lo intente, nadie más. El verbo se da - la función de ese uno mismo - mediante el reconocimiento del otro, de lo otro como tal. Si pretendemos ser el otro o, que el otro sea nosotros, estamos jodidos.
Las válvulas permanecen cerradas, el drenaje particularizante mata, seca y carcome, lo desconocido nop se hace conocido, más bien se vuelve malo, perjudicial y peligroso..., lo peligroso se inflama en sí mismo sin negar en ningún instante su peligrosodad, mata, no acepta ni tiene amigos, se convierte en la peor de las pesadillas vuelta realidad, no posee moral, no tiene adjetivos, simplemente se vuelve real y mata.
Agradece a la Existencia el haberle dado una forma a su peor aspecto: a la ausencia de sí.
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