La infelicidad del ser humano radica en la contemplación del lugar mas habituado, que por simple definición también es el lugar mas odiado; como seres de felicidad no somos mas que piratas en tierras desconocidas procurando robar algún tesoro preciado; como seres de luz somos el desplomo de un rayo de estrella que pasa fugazmente por el oscuro firmamento.

Porque somos seres de oscuridad, nuestra oscura mente solo es una proyección de la malvada alma con breves espasmos de claridad, en lo que raza humana a sentado la paz.

Mortificados por el día a día a espera de la muerte, meta mediocre de seres desdichados rogando minutos de falsedad que se conocen como caridad, atormentados por la maldita construcción social, amabilidad hedionda por la cloaca del dolor, respiramos y transpiramos mentira y falsedad.