ESTANTIGUA

JORNADA XXXIX


Desgraciadamente se confirmaron mis sospechas, el general era un inepto. Bruscamente dio orden de atacar al grueso central y así el ala derecha, donde yo me hallaba, quedó desguarnecida .
Rápidamente fuimos rodeados por la caballería enemiga haciendo gran matanza entre nosotros .Esto propició el ataque enardecido de la infantería opuesta provocando el caos y la desbandada de la nuestra.

Los cadáveres de una legión entera yacían por doquier, yo que había sido herido, tendido, no podía moverme. Debieron pasar días, solo recuerdo unas espigas delante de mi cara y un poco mas allá el cuerpo de un soldado.

Me alertaron las voces de esas mujeres temibles que expolian los cadáveres y que rematan a los heridos y arrastrándome con un esfuerzo que me costó un triunfo me puse a salvo.

Ellos, los muertos se alzarían con sus armas de nuevo y repetirían mil veces su derrota a las órdenes de su incompetente genera. A mi solo me quedaba mi pobre vida y mis sueños incomparables.

Así se soñó.

Nota :Estantigua o hueste antigua; ejército de muertos que se alzan de su tumba, preferiblemente sobre su derrota.