La vida dice
que hay cuatro cosas
que pasan
y no vuelven.
La palabra pronunciada:
te dije "te amo",
paso y no te diste cuenta;
te dije "perdon",
paso y no me oiste;
te dije "te necesito",
paso y no te importó.
La flecha disparada:
El destino nos unió,
ambos nos disparamos,
como cupido,
una flecha.
Pero tu flecha hirió,
lastimó y dividió mi corazón.
Pasó y no te importó.
La experiencia tenida:
Te ame, te busqué.
Ahora te lloro.
Tú no mereces mi amor.
El destino,
con un golpe,
me enseñó que no me quieres;
con un golpe,
aprendí a olvidarte.
La oportunidad desperdiciada:
mis ojos se cerraron por ti.
Tuve en mis manos,
junto contigo,
el amor que tanto quisimos.
La oportunidad de amarte
la tuve en mis manos
pero me la arrebataste.
Hoy abro mis ojos,
y ya nada hay
entre mis manos.
Desperté del sueño:
ya no podré decirte "te amo", "perdon", "te necesito"
Desperté del sueño:
Ya no tengo la flecha que me una a ti.
Desperté del sueño:
ya aprendí a no amarte,
ya aprendi a olvidarte.
Desperté del sueño:
y vi que ya no tenía
tu amor entre mis manos.
tus manos se alejaron
y me dejaron caer.
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