Exiten momentos en que uno se detiene y mira hacia atras, allí tras uno va quedando la marca del camino.
Rubén (Sendero aquí en la página), es uno de esos amigos que estando lejos, siempre aparecen entre las marcas del camino que uno fue haciendo. Una amistad similar a pequeñas islas pobladas de vegetación verde, detenciones, momentos de reflexión y esperanza. Entrar a su "casita virtual", su sitio dentro de esta página es una especie de descanso para el camino, les ha pasado o pasará seguramente a muchos de ustedes.
Hoy me pone muy felíz que haya dicho que sí a esta columna; como me gratifica enormemente el saber que un amigo ha editado un libro nuevo. HISTORIAS DE AMOR Y MUERTE es su última publicación para leer, felicitaciones a él.

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La columna de HOY: Una reflexión sobre solicitudes, por Sendero.



AL VUELO.
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La solicitud.....





"Con frecuencia encuentro en mi libro, mensajes de solicitud, de ir a tal o cual página, para emitir un juicio acerca de un texto. Algunos de estos mensajes son escuetos, otros humildes, y algunos ingeniosos.

Nuestra página ha crecido desmesuradamente y por supuesto no es nada sencillo dar lectura a todo lo que se escribe.
Actualmente hay más de ochenta mil textos y numerosos escritores, que son un abanico de atributos.

Cuando el escritor inicia, está deseoso de obtener comentarios y medir el impacto que su texto ha producido en los colegas. Los días transcurren y las notas no aparecen, son parcas o poco estimulantes y quizá hasta frustrantes; o a veces engañosas, pues van de la cortesía hasta el adjetivo encendido: ¡Qué calidad de prosa! ¡Qué imágenes! ¡ ¡Nunca te dejaré de leer!

Una manera eficiente de recibir comentarios es comentando.
Todos los que estamos en la página de hace algún tiempo lo sabemos. Pero seamos honestos en nuestro juicio. No es necesario ser un crítico literario para emitir una opinión. Basta sencillamente si el texto que leemos nos hace sentir algo.
Podemos confesar: No le entendí, me quedé indiferente, me sentí triste etc. Si algunas palabras no están con su tilde, cortésmente hagamos la observación.
Si hay una contradicción expresémosla.
Si las tildes están, y hay claridad en lo que el escritor redacta, digámoslo
.
En la mitad de las veces, voy a los textos que publicitan y cuando el autor es joven, trato de darle ánimos para que siga, pero no siempre obtengo reciprocidad, pues una buena parte se les ha olvidado que los libros están para comunicarse.
Un “muchas gracias por visitarme” dice mucho de la persona.
Todos necesitamos de ser saludados y leídos.
Mas algunos sólo quieren ser visitados y comentados, y este proceder no es de buenos compañeros y aún más, si no es conocido en la página".