Era un viernes por la mañana, para ser más exactos 11 de la mañana, me encontraba recogiendo el cuarto, cuando de pronto se abrió la puerta y entró mi abuelo una persona delgada pero aún fuerte, lo saludé como siempre lo hacía, le invité una taza de cafe, el me lo aceptó, me hizo bajar la guitarra que tanto tiempo estaba colgada en un rincón de mi cuarto, empezó a tocar y yo lo acompañé, tocamos y cantamos una pequeña estrofa, de pronto el dejó de tocar comenzó a llorar y empezó a recomendarme, me dijo que siga siendo el mismo hijo aplicado que siempre lo he sido, que no hiciera renegar y que luchara en esta vida, yo tenía que salir es por eso que le dije que se quedara y que esperara a mi mama, pero el me dijo que se tenía ir y que solo había venido a despedirse, yo creí que se iba de viaje como siempre lo hacía.
El se fué, después de tres horas aproximadamente, recibí una llamada en mi móvil, era mi mamá quien me dijo que el abuelo, a quién yo quería mucho, había muerto. Yo quedé sorprendido, le dije a mi madre que cómo era posible si el estaba conmigo en la mañana, estaba muy bién de salud a no ser que le haya ocurrido un accidente. Mi madre me dijo que eso no era posible... Y las próximas palabras que escuché me dejaron frio, sin palabras y con los pelos de punta, me dijo:- tu abuelo murio esta mañana a las cinco de la madrugada...