Inicio / Cuenteros Locales / gui / Arenas interminables
Somos los únicos sobrevivientes de aquel terrible desastre aéreo.
Ya se han agotado todas las reservas, nos hemos devorado hasta nuestras vestimentas y no aparece ni una miserable hierba que pueda ser roída por nuestros dientes ansiosos. Caminamos por el desierto, que simula ser un océano blanquizco incendiado por un sol que no da tregua.
De pronto uno de los caminantes, somos tres, saca una Biblia que permanece salva a tanta voracidad y lee un párrafo aparecido al azar:
-“He aquí mi cuerpo…he aquí mi sangre…”
Ambos hombres se miran entre ellos y luego me observan con atención. Soy el más voluminoso de los tres. Me asombro, me paralizo, me aterro y luego salgo corriendo desesperado por las dunas, con los hombres persiguiéndome como perros de presa. Huyo pero sé que me alcanzarán, me alcanzarán y seré el Cristo propiciatorio que llenará sus tripas. Entonces paro en seco y les grito: -¿Quieren devorarme? ¡Pues háganlo! ¡Pero les prevengo que tengo Sida! Los hombres se detienen y se miran entre ellos. Dudan, conversan en voz baja…
¡Estoy salvado!- digo. ¡Estoy salvado!- grito hasta que de pronto mi voz se apaga cuando un par de manos aprieta con fuerzas mi cuello. Pierdo la conciencia. El hambre fue más poderoso…
|
Texto agregado el 21-08-2005, y leído por 245
visitantes. (2 votos)
|
|
|
Lectores Opinan |
|
|
|
|
|
|
22-08-2005 |
|
era una urgencia, cuando el hambre arrecia... anemona |
|
| |
|
|
|
|
|
|
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login
|