Hoy, por primera vez después de diez años de casados, te fui infiel.
No podría explicarte cómo ni por qué pasó.
Recuerdo que cada vez que me deslizaba cerca al marco que está junto a la cama o me sentaba frente a él para alisar mis cabellos, su imagen me sonreía coqueta, más yo nunca reparé en ella, ni siquiera la miré a los ojos.
Pero hoy, luego que partiste a tu trabajo, allí estaba, en el lugar de siempre. Desafié intrigada su mirada, su rostro tenía una expresión lasciva e incitante, su figura era bella, deseable como ninguna otra, comenzó a denudarse frente a mí y entre besos y caricias no pude resistirlo, me entregue a sus brazos allí en nuestro lecho...
Esta bien ríete, llámalo masturbación, placer solitario, o como quieras. Yo sólo sé, que hoy, por primera vez después de diez años de casados, me sentí realmente toda una mujer.
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