Mi sed, mi ansia sin limite, mi camino indeciso,
como tu lo desees y hacia donde tu quieras;
latiendo sobre mi silencio enamorado
para que solo tu me oigas,
y las hojas caigan inertes sobre tu alma.
Soy el desesperado, la palabra sin ecos;
cierra tus ojos profundos,
nadie nos vio en esta tarde
cuando acariciaba tus cabellos;
cuando me siento triste y te siento lejana.
Mi corazón es la mitad de todo
nada puedo decir, mi ansiedad
es en ti la ilusión de cada día;
triste ternura mía, callado y delirante.
Desde que yo te amo a nada te pareces
pero absolutamente todo a ti me recuerda.
El viento, el viento aquí viene, aúlla y
golpea mi ventana reclamando mis palabras:
Déjame tenerte, déjame amarte y recordarte;
como todas las cosas me recuerdan tu nombre
oigo desde lejos un grito muerto,
pensando, ahogando lamentos...
Mi vida no era de nadie cuando aun no existías
ahora se que amo lo que no tengo
y juegas con tu sonrisa, con tus ojos,
tu boca tiene mi corazón en una palabra
la fuerza del medio día recuerda los momentos
y mi alma contenta porque quisiera besarte.
Mujer; mi deseo fue mas allá del deseo
y mi dolor fue mas allá del dolor
que puedo decir acerca del amor ?
En la infancia, tristeza turbia como el mar
en la juventud ciego y perdido
como son las olas que desesperan al naufrago
es hora de ahogarme o empezar a nadar
es tiempo de partir a buscar tu sombra,
buscar tu alma y buscar el mañana
porque tu le diste la vida
con tu nombre, con tu luz.
Y mientras exista la ilusión,
te entrego mis razones de amor;
mi pasado, mi presente y mi futuro.
Te entrego mi alma y mi poesía.