estoy ovillado, y este si que es mi ovillo,
mis piernas abrazadas con los brazos en posicion fetal; llorando lagrimas que corren por mis arrugas, que como bados, arrojan mis penas hasta dar con mi pecho. los pensamientos se arremolinan tambien, se hacen pequeñitos sollosos entre las cobijas; pero hay grandeza en las grutas de mil texturas, que luego seran un manantial de sabiduria en otros labios, en plazas, con atardeceres floridos de niños jugando felices.
Texto agregado el 20-08-2005, y leído por 99
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Lectores Opinan
20-08-2005
no se si es el nacimiento o la muerte pero está muy bien descrito. Un buen trabajo. Saludos mariasol
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