No sé que forma habrá
de tener la humanidad,
ante esos lánguidos suspiros
que se declinan
con la aurora.
No sé el color
de tu mirada,
mientras te aproximas
a lo indisoluble del amor,
ni esas letanías
que tu barca ha sumergido
dentro de mi alma.
No puedo batallar
este deseo impuesto
en el correr de las mañanas,
ni perder los gráciles momentos
en que tu piel reía abyecta.
Tampoco quiero tu clemencia,
esa vana melodía
rozando las entrañas,
si tan sólo
los labios enumeran
eso que nunca sentirás
en esta larga travesía...
Ana Cecilia.
Texto agregado el 27-09-2003, y leído por 325
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Lectores Opinan
27-09-2003
Me pregunto: ¿DE DONDE SALE TANTO TALENTO?... Saludos!!! JOSE