Cuando se fué cerré para siempre los postigos de mi casa.
La luz nunca más entró en mi hogar.
A mi jardín florido lo mutilé y dejé crecer la maleza.
Con una picota destruí el piso de la casa y boté las camas para dormir en la piedra viva.
Luego compré muchas tablas en la barraca para hacer mi ataud.
Dejé de comer para siempre y sólo conservé la televisión, que dejé encendida frente a mis ojos muertos.
Texto agregado el 20-08-2005, y leído por 222
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Lectores Opinan
22-12-2008
Crudo me senti con ansias de rescatar a ese ser.Cuantas veces nos apoltronamos dentro de nosotros despues de un daño,Al final noqueda nada solo las palabras vacias de voces lejanas,
EXCELENTE gracias ****** shosha
12-01-2006
¡Gran decisión! No se la puede uno pasar, ni vivir ni morir sin la televisión. 5* sorgalim
24-09-2005
esto es una sentencia... un exilio... buen texto. victorvac
08-09-2005
extraño....la verdad me cuesta un poko describir loq senti al leer tu poema... me gusto mucho..en serio...nose si esta bien o mal escrito...nose de su calidad literaria ni nada...solo q...entro profundamete en mi pensamiento...ojojj
bueno...=)
carolina_caro
06-09-2005
Ajà! Y, ¿quièn paga la cuenta de la luz elèctrica, eh? petrodelhum