LOS ESPANTOS DE LA CASA VIEJA
Narrada por Clara Cañas de Turicato, Mich., escrita y adaptada por el Profr. Uriel López Guillén. Trabajo literario realizado en la materia de Lectura y Redacción.
En la mayoría de los pueblos y en las grandes ciudades, existen casas que encierran tantos misterios, aldabas que se mueven solas, puertas que crujen, sonidos en los tapancos y tantas cosas más.
La historia que te voy a relatar me la contó una alumna por allá cuando les impartía la materia de Taller de Lectura y Redacción, le hice algunas adaptaciones, como a todas las leyendas para que no estuviera tan cortita y para buscar interesar al que escucha y lee estas leyendas.
La casa vieja, como le llamó Clara, se encuentra situada en la población de Turicato. Tiene muchísimos años de antigüedad.
En ella se escuchan ruidos tenebrosos y se ven figuras espantosas casi todas las noches.
Se cree que es porque en esa casa han velado muchos difuntos, ya que ahí han vivido bastantes familias.
El tiempo en que vivió en esa casa una señora Juanita, dice que oía ruidos y al irse a asomar comenta que las aldabas se movían solas y que no les pegaba el viento, que esto le provocaba mucho miedo.
La señora Clara Cañas Arreola comentó que ella veía como movía las camas y se le aparecía una mujer vestida de negro que atravesaba todas las noches el patio de esa casa y se metía a uno de los cuartos.
Una de las sirvientas de esa casa veía llamaradas en la esquina de los cuartos y de esas llamaradas salían espantosos hombres que la llamaban mientras soltaban una tétrica carcajada.
A otro de los familiares se le apareció una mano peluda por debajo de una de las puertas de la casa y que una ocasión escuchó como que andaban barriendo por la noche, se asomó y no vio nada.
A varios de los familiares les apagaban y les prendían la luz y al acercarse a prenderla se oían risas muy feas y nuevamente se encendía la luz.
Yo, cuando era pequeña, relata Clara Cañas, oía ruidos extraños, escuchaba hablar personas y me movían la cama. Íbamos a ver con papá, y no encontrábamos nada, yo tenía mucho miedo. Esto sucedió con mucha frecuencia.
La casa vieja todavía se encuentra en el mismo lugar , por si gustas visitarla para comprobar lo relatado. |