Abandonada
“Hija cálmate, solo fue una pesadilla, estoy junto a ti, yo te protegeré” Escuchó Rosa al despertarse repentinamente a causa de su ancestral pesadilla, soñó ser una hermosa niña que caminaba felizmente por la línea férrea, cantando sus mas bellas canciones entonadas con su deslumbrante voz, hasta que un acelerado tren la parte destruyendo su vida y sus ingenuas ilusiones..., sintió una mano sobre sus ya caídos pechos, una mano paternal, con mucho miedo Rosa susurro “Padre no te vallas de mi lado, quiero quemarme”, la ardiente mano fue soltando poco a poco el vínculo formado hasta desprenderse completamente mientras lágrimas inundaban la vieja almohada de ese espíritu infante.
Ya pasadas dos horas Rosa decidió levantarse a beber, se acerco a su sucio escritorio y luego de botar sus libros tomó una botella de ron y comenzó a beber, ya emborrachada y perdida la noción del espacio y el tiempo comenzó a bailar, se vio en medio de un parque con muchos otros niños, su vestido y su muñeca de porcelana contrastaba con su mente perdida... luego de bailar caminó, por medio de matorrales escuchaba la voz de su padre “Hija ven a abrazarme, te estoy esperando”, Rosa por mas que buscaba a su padre no lo encontraba, su fuerte llanto alteró el ambiente, ahora en la lluvia su vestido negro y su muñeca destrozada mostraban su realidad. Rosa necesitaba a su padre, su gran esfuerzo cedió al notar que su progenitor se había ido muy lejos, ya no podría hallarlo, calló sentada en medio de hojas secas, sus grito de dolor resonaban en medio de las ramas, un cuerpo se acercaba a su auxilio, una anciana de pelo largo y blanco, uñas alargadas, su rostro envejecido mostraba al igual que sus manos, las rugosidades de su experiencia, “¿Porqué lloras?” dijo con tono lastimoso la anciana, “¡Quiero a mi padre!, me ha abandonado”, lagrimas caían del rostro de la longeva mientras trataba de abrazarla, pero la pequeña la rechazaba, sentía miedo de aquel cuerpo amenazante, “Vete ser repugnante” gritaba la criatura, la angustia poseía a la anciana “Déjame abrazarte, quiero cuidarte, te necesito tanto como tú a mí”, el dolor que sintió en el momento generó su arrebato contra la pequeña, por el constante rechazo lanzó manotadas contra su rostro, la niña ya no aguantaba mas el sufrimiento, ella solo necesitaba a su padre.
“Hija cálmate, solo fue una pesadilla, estoy junto a ti, yo te protegeré”, nuevamente la pesadilla despertó a Rosa, esta vez su cuerpo sobrio no deseaba beber, sino que su mente maltratada necesitaba especular sobre lo que ocurría con su vida..., recordó su niñez y el miedo al abandono, el miedo al pasar de los años, sus lagrimas no avanzaban como antes, ahora eran lentas y dolorosas, con su mano intentó limpiarse el rostro, pero sus largas uñas rompieron su arrugada y ya herida piel, la sangre derramada terminó ahogándola en un mar de pesadillas.
Arcano
19/Agosto/2005
PD: espero comentarios, especialmente por este cuento corto, gracias. |