"...el cielo de esa noche estaba adornado por una inmensa y hermosa luna llena...
mas brillante que de costumbre penso ella,mientras recorria con paso ligero el trecho que la separaba de el lecho de amor que habian elegido para esa noche con su amado Leonardo. Amanda estaba especialmente emocionada esa noche, no sabia porque, pero presentia que seria inolvidable.
A esa hora de la madrugada el rumor del bosque se habia apagado, y solo rompia el silencio reinante el crujir de las hojas al ser pisadas por la joven, y uno que otro chillido de pajaro nocturno, al parecer ni siquiera los grillos querian perturbar la velada de los dos amantes.
Cuando por fin llego a la orilla del rio vio la figura de Leonardo entrecortada por la media luz y media sombra sentado entre las rocas de la orilla, estaba ahi, en una extrañamente plana y ancha, al verlo un pensamiento fugaz y morboso paso por su mente, y sonrio al imaginarlo...
...eran casi las cuatro de la madrugada, y lo que reinaba en el bosque en ese momento no era precisamente el silencio, un concierto de palabras inundadas de amor, de muchos "te amo", entremezclados entre mil gemidos, llenaban el espacio y se confundian entre los sonidos de el agua, de los arboles al ser agitados por el viento, de un buho que paso volando cerca, de los incesantes grillos que no dejaban de cantar para los amantes...
...a sus cuerpos desnudos y entrelazados la luz de la luna llena aplicaba reflejos plateados. La imagen de ellos juntos era tan bella que cualquier iluso hubiera podido creer que el amor existia en realidad... |