Hoy quiero escribir sobre mis pensamientos matinales un poco rutinarios con respecto a la vida.
La vida en si es un acoplamiento constante del subconsciente y la realidad. En si, es una constante reflexión y aceptación de circunstancias las cuales por momentos me sobrepasan y quisiera que todo fuera o fuese a mi manera. Duele el hecho de cambiar pensamientos y actitudes constantemente para amoldarte a esto que ocurre cada segundo que es la vida en sí. En este momento de incertidumbre, de aburrimiento, de dependencia de personas y circunstancias a uno le sobrepasan, este momento en el que la gente te demuestra que tienen su vida, dejando al margen por momentos la otra persona la cual espera placidamente que ocurra algo. Me imagino que no soy el único que actúa así de esta manera, dando el poder a alguien que por momentos no se lo merece.
En estas ocasiones es cuando me planteo que soy yo el que se tiene que amoldar a las circunstancias de la vida en la cual están englobadas las personas, yo soy el que tiene que seguir el camino de la vida, pues si no fuese así me apartaría del mundo, de la gente, de los pájaros, de la luz y viviría en mi mundo, un mundo el cual lo haría yo, un mundo en el que aparecería yo solo pues nadie me querría acompañar ni a nadie le daría ese poder de ocasionar trastornos en mi interior.