Después de mucho tiempo, él se levantó despertando de un sueño dulce y amargo, se asomo por la ventana y las calles aún seguían vacías ¿qué es lo que quería ver? Era a ella pasar nuevamente por su calle, la espero tantas veces que estas mismas volvieron a llenarse, pero él solo iba a ver a la gente, cuando la viera a ella, sus ojos solo podían capturar en su retina la belleza y ternura de su sonrisa que dibuja en su rostro y un hoyito pícaro en una perfecta conjunción con sus lindos ojitos chinos ,un día como hoy y como todos los días cuando el reloj marcaba el mismo momento, se asomo por la ventana y a lo lejos vio una linda silueta, era una mujer, y en el rostro de él se dibujaba esa impresión de alegría indescriptible ella es decía por dentro, ella es, por fin seremos felices, por siempre ella volvió ,o sabia que volvería que no podía con nuestro amor, si lo sabia, gracias destino por darme un tregua, gracias.

Con pasos acelerados comenzaba una carrera al encuentro de ella ejercitando sus brazos para tomarla entre ellos y humedeciendo sus labios para juntarlos con los de ella y pensando un poema, para dedicárselo y solo pensaba en acariciarla y volver amarla, y decirle que las huellas de su amor siguen igual como ayer, si como ayer, cuando pecho a pecho, con susurros y suspiros se decían lo mucho que se querían, pero que pasaba? poco a poco comenzaba a detenerse y es que, el rostro de aquella muchacha no era la de ella. Que pasa? pregunto aquella muchacha, es que no me reconoces, perdón creí que era otra persona, decía el, con una voz, desquebrajada y triste. La muchacha dijo mira soy yo, no te das cuenta, regrese... ESTO CONTINUARA.