El dolor terminará por fin,
tantos problemas que he tenido en mi vida
y al final todo se resuelve con una pieza de cobre.



Ya no habrá mas sufrimiento,
para quienes me odiaron, seré un fastidio menos,
para quienes decían quererme, pronto saldré de sus mentes.



A quienes me odiaron,
los perdono por lo que me hicieron.

A los que me querían,
les pido perdón por lo que haré.



Voy muriendo poco a poco desde que nací,
pero ahora, una ojiva de cobre
me ayudará a terminar
una penosa vida sin sentido.



Mientras caigo en el profundo sueño sin sueño,
pienso que no fue la mejor opción,
pero fue la más rápida
para terminar mis sufrimientos.

Mientras mis piernas se doblan por el cansancio,
y voy empezando a dormir, creo que por fin
me he quitado un peso de encima.

Un peso menos de encima; van cayendo una tras otra mis penas
por fin podré ser libre y dejaré de sufrir.



Mientras mis ojos se cierran, convertidos en manantial,
puedo ver como, por un metal, las lágrimas que pague por mi dolor,
por fin son remuneradas.



Cuando mi cabeza rebota en el suelo
las preocupaciones parecen tan distantes,
cual si fueran estrellas en plena luz del día.



Ahora que termino de escribir,
siento como muero poco apoco,
ahora que estoy muriendo,
por fin comienzo a vivir.



Comienzo a vivir, inocente como infante recién nacido,
libre de dolores, como roca en la montaña,
acompañado solo de mi soledad, mi pensamiento y felicidad.



Felicidad lograda por un fuerte dolor,
mezclado con desesperación, soledad, pólvora
y una ojiva de cobre.