Me siento y miro.
En silencio, mientras las sombras caen.
Voces que susurran, susurros que me aterran,
Sensación indeleble de temor.
Me siento caer sin remedio
Es la hora lúgubre.
La guerra estalla y mi coraza revienta,
Y aun así acá estas tu.
La marea seguirá incontenible,
Pero una luz estará en el puerto.
No traerá panacea a mi sino,
Pero con su luz indicara el sendero…
Texto agregado el 18-08-2005, y leído por 137
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