Un pequeño y horrible sentimiento lapidado en mi pecho no me deja vivir. Paso el tiempo preocupada por no estar mejor, quiero disfrutar de la vida y no me deja. ¿Qué es? Que tanto mal produce. Cuanto tendré que soportarlo, ¿conseguiré superarlo? Tantas preguntas sin respuestas, ahora ya ni sufro ni padezco. Soy un cuerpo inerte, que siente envidia por aquellos que ríen, los que sueñan y los que conviven.

Estoy hablando demasiado a la ligera pero es que quiero compartir lo que va acontecer.

Sin pasión, la belleza de las cosas se desvanece, aunque tú percibes mejor que nadie que están ahí, no puedes alcanzarla. Creo que es comprensible que esta amargura y los malos sueños que sufro, me lleven a la locura.
Ocho veces muerta, así me siento, y cada vez que ocurre miro atrás, entonces veo mi vida desde una situación diferente como si no fuese yo. Veo trepas a mi alrededor que no me gustan, veo sucios y mal intencionados actos, me veo a mí padeciendo sin sentido mil vejaciones para poder encontrar en la vida un sitio donde descansar y disfrutar. Sueños sin sentido que me martirizan la vida, despiertan emociones en mí y me agotan, me cansa esa sensación de desgracia que no consigo arrancar de mi interior.
Nuevamente me veo a mí muriendo y esta vez no pudiendo despertar, descansando en una tumba solitaria, en una cumbre montañosa. A lo lejos una figura camina, siento pánico al pensar que venga a hacerme volver a la misma situación de malestar,… la débil luz ilumina esta figura que se acerca más a mí. Soy yo… y me sonrío, ¿por fin estoy en mi sitio?, estaré muerta probablemente, siento calma por ello, a pesar de que no haya un día que pase en el que desee haber tenido una última vida, aunque fuera en sueños, feliz.

¿Que ha pasado? ¡Malditasea! ¡Estoy de nuevo en la cama, no oigo nada! Silencio, un silencio aterrador, no quiero salir ahí afuera. El salón de mi casa tiene todas las paredes manchadas por manos ensangrentadas. ¿Habré sido yo? Son las once de la mañana, no hay sol, no hay luz, ni nubes en el cielo, la luna no está tampoco. ¿Qué-está-pasando?
Corro a mi cama agarrando el bote de pastillas para el sueño, me rodeo de cosas bonitas esperando despertar en un lugar bello. Escribo esta nota tan desconcertante para avisaros, hay algo en nosotros que se mantenía discreto, ahora ya no, primero invadirá vuestra mente y luego controlará vuestro cuerpo, la locura os llegará a causa del pánico al despertar.
Quizás muera de nuevo por lo presente lo que me espera es estar hundida en la soledad de mis pensamientos, compadecerme a mi misma por llevar ese mal dentro, también debo aislarme para no hacer daño. Sabiendo todo esto y atendiendo a que la próxima vez que despierte me ocurra algo peor, me aventuro a decir que aunque quede muda mis gritos se oirán entre el silencio.
No os dejéis vencer por esa sensación, con ella nos llega el fin.