hoy miraba a una princesa
una princesa sentada en el aire
era hermosa, era brillante
mas, no podía abrazarle, ni besarle
su majestad me hacia pequeña, su trono era demasiado gigante
sus protectores demasiado fuertes
vi por un instante un aura cautivante
y me enamoro, mucho mas que por un instante
me dejo paralizada, me atrapo su silencio, su amor de madre
sus palabras, ese idioma sin voces, que solo yo entiendo
que recorre el camino de dos corazones que se unen
que ya se unieron, hace quince años,
que se ataron tan fuerte
que ni las manos mas hábiles podrán separarlos
que ni la distancia mas grande conseguirá
que uno de otro, sea borrado
que desaparezca bajo el horizonte
y se pierda en las profundidades
solo por ese amor que llevo dentro
y que le entregue a esa princesa hace tanto tiempo
se lo di todo y aun queda tanto aquí dentro
porque nunca se acabara
porque jamas fenecerá ese sentir que guardo
ese amor tan intenso, que siento solo por una persona
tan especial y tan única, tan diferente y tan... y tan ella
Esa, es mi princesa
a quien siento tan presente cuando estoy despierta
perdón, si nunca fui tan perfecta
si me olvide alguna vez de decir “gracias”
solo por su presencia
es que a veces es tan difícil tratar con una princesa
una princesa que tengo al frente
que ahora miro, para jamas dejar de hacerlo
para una princesa llamada Anyolita
que tendrá su reino aquí
y en todas partes donde yo exista.
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