Parecia ser el mas hemoso candelabro, solo, altanero y orgulloso al medio de la mesa. Un posa velas triste, desgarrado en sus mas profundas cenas. El artefacto de bronce uniforme mas adormesido del universo que ya no estaba dispuesto a reir en las mejores fiestas de la alta sociedad. Ya ni servia para esas esplendorosas orgias giregas y romanas que seducian hasta el infinitos los placeres terrenales. No cabían mas las antiguas velas, el dolor de las nuevas ceras en sus ranuras era insoportable. Las nuevas generaciones de velas eran baratijas, y el no estaba hecho para eso. Estaba viejo, queria dejarse morir. Se enmohesió y llenose de tierra. Eso fue morir para él.