Escapemos de las cavernas,
del crepitar del fuego.
Volvamos donde desde la nada
se cumplen voluntades.
Como un puñetazo en el estomago.
Como una caricia en el cabello.
Volvamos allí donde se quiebra
el contexto del existir para,
en su eterno
ulular,
salir corriendo,
encontrando en la absurda velocidad
del no saber donde ir
otra caverna,
otro fuego…
Texto agregado el 17-08-2005, y leído por 151
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Lectores Opinan
17-08-2005
Muy bueno! Magda. Besitos y estrellas. gmmagdalena
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