El tiempo que pasa, las heridas no sanan, los pensamientos se confunden con el alcohol y el temor, las palabras que empiezan a destruir lo poco que se a conseguido, los labios se secan, la vida se acaba, se va entre las manos.
Las penas que crecen, los ojos que lloran, no puedo creerlo, se me va el alma y ni siquiera la he conocido.
Mis manos que tiemblan, los pasos se acaban, mi cuerpo se cansa, la vida no vale lo que yo pensaba.
El tiempo concluye, me muero de a pocos y nadie hace nada, casi no me siento y ya no me asusta, la muerte se acerca ya no hay que hacer nada.
Empiezo a caer, nadie hace nada, el suelo se acerca lo siento en la piel, ya casi termina y nadie hace nada.
Mi cuerpo se estrella y yo lo puedo ver pero, no siento el dolor ¿qué esta pasando?, observo todo como un espectador mas que no hace nada, como todos aquí en esto en lo que vivimos.
Estoy hecho pedazos, la gente se acerca, algunos que lloran, otros que se alejan nadie me conoce ni reconoce ya solo soy un cuerpo inerte ¡Un cadáver!.
Pero esto no acaba, yo sigo aquí y quiero irme para eso lo hice; yo veo mi sangre observo mi muerte pero no soy yo, ya no entiendo nada, ya no tengo cuerpo, me engañe yo mismo, ya no soy materia, nunca lo fui.
Ya no valgo nada en este mundo de mierda pero ya no me importa porque me empiezo a ir, yo no se a donde y no me interesa, si es diferente a esto, seguro es mejor porque en esta vida, todo vale nada, y nada, eso si que vale.
Lunes 1 de diciembre de 1997 |