Oí tu voz que traspasó el océano profundo
colisionando entre los roqueríos
enredándose en las algas de la noche.
Percibí en el silencio
de los fragmentos del presente
tu llamado de cántico salvaje
torbellino de remotos tiempos
desde el llamado del mamut
entre las mil lenguas de fuego
que lanzaron unidos
los volcanes de la tierra.
Los remolinos
de suspiro incandescente
loca vorágine
de verdes melodías ancestrales
se desgranaron debajo de mi piel
más allá
en las profundidades
allí donde se hace canción
el latido primero
en la mano que lejana
acaricia mi cuerpo
donde la fruta prohibida
se abre de elixir y de pulpa
de sudor de deseo
mientras en una lentitud
doblegada de silencios
me entrego cual un pájaro
con mis alas extendidas
a tus manos rebeldes
que niegan el asombro de un destino
que ha quedado clavado
por siempre aquí en mi pecho.
16.08.2005
Texto agregado el 17-08-2005, y leído por 141
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Lectores Opinan
13-10-2005
En un relampago nocturno, las palabras vomitadas termianan atadas en la cama de los sueños dreamcatcher
20-08-2005
Me sorprendo de manera bella al leer los sentimientos que nos regalas a través de tu deseo de amor. Interpreto la pasión de estos amantes, tan fuerte y tan unida que no tendrían para que decir y expresar sus pasiones, pues su fuego interior sólo permite silencio, que empieza desde el momento en que cruzan algo más que sus miradas... Es hermoso... Le regalo mis cinco estrellas. Cotaco
18-08-2005
bello, muy bello... eres una respuesta a las palabras pronunciadas... un volcán en erupción tu verbo, un sueño que despierta en cada sílaba... un poema te recorre de los pies a la cabeza... tobegio