EL CERRO HUECO

Leyenda inventada como un tributo a este precioso lugar por el Profr, Uriel López Guillén. Con cariño para mis amigos Profesores, especialmente de la especialidad de Español.

Tacámbaro se levanta majestuosamente en los límites de tierra caliente: Su clima fresco es el refugio de pinos y encinos y diversos tipos de aves.

Las familias de este lugar acostumbran a pasear a la “ Laguna” o al “Cerro Hueco”.

Precisamente en este lugar se gestó una leyenda que hoy voy a relatar.

Nuestro país, México es una veta preciosa de productos que se encuentran bajo la tierra como la plata. Tacámbaro no podía ser la excepción .

Unos ganaderos del lugar vivían angustiados ya que seguido se les perdían sus vacas. Ellos lo aducían a que los cuatreros les robaban. Las autoridades del lugar investigaron el caso y no encontraron culpables.

Una tarde lluviosa al pasar por un zacatonal, un ranchero notó que le faltaban dos vacas y notó que se habían perdido en el mismo lugar que a su compadre.

Decidido a desentrañar el misterio llevó consigo dos perros buenos para olfatear. Los siguió y vio que se perdieron igual que sus vacas. Se acercó más y el también cayó en aquel profundo hueco.

En vano lo buscaron sus familiares. Jamás lo han encontrado, pero dicen que por las tardes cuando va gente a corres por estos lugares, se escuchan vacas, perros ladrar y el silbido de un arriero que intenta regresar a sus vacas a su adorado Tacámbaro.

También se comenta que de ahí emanan los más hermosos aromas que se puedan describir, pero que sólo los puede aspirar quien vaya a media noche con su pareja a ese lugar.

Tal vez tú estés dispuesto a desentrañar este misterio y quieras ser el próximo huésped de las profundidades del “ Cerro Hueco”