No me sirve de nada
Tu pretenciosa honorabilidad
Dices qué no harías
Y lo que nunca has hecho
Pero yo no respeto eso.
Pretendes enseñarme
Pero no tienes los medios
Escaso como estás
De experiencias auténticas.
¿De qué puedes hablarme?
Tú no has tocado fondo.
Es tu supremo orgullo
Porque no has arriesgado algo
Porque te dices recto, justo
Y que jamás te has equivocado
No me sirves de nada.
¿Qué puedes enseñarme?
No quisiste aprender
Pues no has cometido errores
¿Cómo podrías juzgarme?
Eres para mí tan sólo
un espacio hueco
Que yo sé algún día
tendrás que saciar por completo.
Y caminas predicando
Las verdades que conoces
Sin pensar si son ciertas
Sin cuestionarlas siquiera
Y camino en solitario
Olvidando nuestro encuentro
Porque quisiste darme
Tus ideales incorruptos
Tus verdades eternas
Y solo soy una persona
Nada más que eso.