- Entonces, ¿Qué diablos es un aliento que se viste de cabaret por las noches?; ¿a caso un resuello de recelo que suena a aullido al levantarse el sol con ese pesar de no saber lo que esconde mi sonrisa y mis lágrimas que se tornan aceitosas con el pesar de el veneno que corre por tus venas? -
El dolor es presuroso en las entrañas que se sacuden con ritmo de muerte aventajada sobre la carrera de la rabia,
y tus caricias son de asco,
y tus miradas son de lástima;
¿y tus besos? Son de olvido como aquellas memorias que se guardan en una mente en blanco.
Quiero tu cabeza,
Quieto tus partes siniestras,
Quiero comerme tus pensamientos malévolos y hacerlos la tinta que marcara mí piel cicatrizándola,
Quiero comerme tu amargo corazón, y quiero meterme entre tus piernas sin razón. Preludio al caos de tu vida y de la razón sinsabor de la mía.
La ausencia es insulsa y es como una sesión de sadomasoquismo en donde el que domina es el dominado,
Las palabras son mudas y el dolor es el alimento que encarna la piel y la emoción del día; esa última que late con desesperación y sublevación de tus instintos olvidados,
Recuerdos perpetuos,
Sonrisas de desilusión.
- ¿Y ahora?, ¿en dónde te ahogas?; dejaste el alcohol porque dijiste que era un catalizador de la moral; pero, ¿y tu amoralidad, esa que te ha llevado tantas a veces a la cama entre olores de éter que cauterizan tu mirada y tu respeto propio? -
- La deje sobre las llagas de ayer; esas que me recordaban el dolor de estar vivo,
La deje sobre el reflejo de mi rostro que se ha convertido en el de una puta, una puta con la cual sonrío, vivo y muero cada noche -
Un beso secreto que se asoma trae consigo la locura a la bendición y pensaré a cerca de esto cuando en mi tumba este, rociando tu nombre con mi sangre que olvidada y pesada es, como mis palabras y tu lastre que me hace arrastrar tu vida y destruirla,
Pisotearla,
Olvidarla.
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