De la mano de su mamá la muerte niña se fue llorando con la saca vacía. Un almita azul deseaba y nunca la tendría, perlitas negras goteaba por ese azul que ella amaba. Es imposible aquel azul para una parca. La niña por ser chiquita no lo entiende: “Que es también duro y difícil ser madre para una muerte”
Texto agregado el 25-09-2003, y leído por 488 visitantes. (3 votos)